Para poder hacer una buena presentación de un suplemento para el intestino, es necesario hablar del origen de la vida. El origen de la vida son las bacterias. Los animales considerados más complejos hemos llegado tarde a la existencia comparados con las bacterias que, en lugar del reino animal deberíamos hablar del reino de las bacterias. Estaban aquí miles de millones de años antes que nosotros y se marcharán mucho después, tienen la capacidad de adaptación, pueden vivir en condiciones extremas tanto de temperatura, de acidez, presión etc. No podemos olvidar que fueron las precursoras de la vida y de nosotros mismos, que tengan una medida microscópica no puede hacernos ignorar la importancia para la vida y la salud. Somos diez veces más bacterias que células, forman parte de nosotros, nos constituyen esencialmente. Podríamos definir al ser humano entre otras cosas como una gran comunidad andante de bacterias.
La definición de simbiótico es la combinación de bacterias vivas, que refuerzan la flora intestinal, y prebióticos que son el alimento del que estas bacterias se nutren, mayoritariamente fibras presentes en frutas y hortalizas, colaborando en la regulación del intestino al ser sustrato de bacterias intestinales. Los especialistas en nutrición llevan más de una década recomendando simbióticos para la prevención de problemas de salud graves modulando el sistema inmunitario y actuando como inhibidores de la acción de los oncogenes previniendo su propagación.